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12 septiembre, 2006

Y busqué entre tus tostadas amarillas

Entrar con sue?o. Pasar la puerta como si fuese de jalea rancia y subir apenas la escalera mientras tus muslos tratan de despertar. Sientes que apoyar la cabeza en la muralla es mas c?modo que una king size.

2? piso. Nadie por ahora. El color del aire es el mismo que vendrá horas despues cuando todos se hayan ido. Escuchas un par de gritos sin sentido escalera abajo, te das media vuelta y algunos zombies suben en procesion, con la misma cara que dejaste tirada en el ultimo pelda?o.

Dos cuadras a la izquierda un junior acarrea repuestos de autos y dos cuadras a la derecha Carlos Pe?a se rasca la barba posando para la enésima foto del mercurio mientras con una pata pasa la pagina de su primer libro semanal. Las estadísticas le aseguran tres mas.

0800 hrs. Abre el cacino y comienza la produccion en cadena de tostadas empapadas en margarina (no hay estudios que demuestren su procedencia). Aunque Marcelo tiene computador nuevo se demora el doble en ingresar cada orden de café con tostadas. Irónicamente, cada ves que cobra una orden tiene que caminar hasta la ventanilla de la cocina y repetir con un grito ("Una tostadaaaa") lo que se veia tan lindo en la pantalla.

Llegan las esponjas amarillas y te las vas rumiando camino al 5? piso. Siempre la primera clase del lunes es en el 5? piso. Y como que se te olvida que hay ascensor. O asumes que ya se llenó en el primer piso de gente que ni siquiera pudo subir a buscar su racion de tostadas.

Un día bajó un angelito y me contó que no en mucho tiempo más va a existir un ascensor en diagonal que va a ir desde la esquina de Vergara con la Alameda hasta el 5? piso. Y justo al bajar habrá un par de bandejas con raciones de tostadas amarillas y vasitos con te y café. Y será norma de la facultad que los se verán peliculas mudas que no entrarán en ni una prueba ni trabajo.

Y por norma se verán con las luces apagadas y con una segunda ración de tostadas amarillas.

2 Comments:

At 3:53 a. m., Blogger Marcelo Venegas Maldonado said...

Amarillas las tostadas, amarillas las clases, amarillas las tesis que envejecen en las bibliotecas, amarillas también de tanto esperar.

Y los libros se quedan, amarillos de envidia en cada estante, porque los PCs no son amarillos...

 
At 1:22 p. m., Blogger José Ignacio Díaz said...

Amarillos están los dedos y los dientes, negros los pulmones, así, todas las ma?anas y durante el día miles de cigarros de filtros amarillos se consumen. ?Que cuál es la diferencia?, claramente no es lo mismo que lanzar una molotov a La Moneda.

 

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